Programa ACERC’ARTE
Sevilla-Marruecos
Frente al creciente desarrollo de la cultura del miedo a lo desconocido y al uso de la violencia como forma “legítima” de expresión, se dibuja la clara necesidad de contribuir a la existencia de una cultura de paz.
De la importancia de un encuentro
“Escuchar un niño o un adolescente no es solo escuchar lo que queremos oír, sino incitarle a imaginar en toda libertad y enseñarle a interesarse en lo que piensa el otro (y en lo que siente). Es transmitirle las ganas de observar, comunicar, comprender y reflexionar. Es situarle frente a la realidad social e histórica en la cual tiene que encontrar su sitio como persona y ciudadano. Se trata, en definitiva, de hacerle sentir que el mundo es una obra humana y que cada uno tendrá la posibilidad de construir una parte, pequeña o grande, que definirá el valor de su propia vida.” (José Monleón, sociólogo del teatro, creador de la revista primer acto y director de la fundación IITM)
Durante más de 12 años, la Fundación IITM y la asociación Juan Bernabé colaboraron, junto con las escuelas andaluzas y los colegios marroquíes de las Regiones de Doukkala Abda, Casablanca y Tánger-Tetuán, en el marco del Programa socio-educativos de cooperación al desarrollo, “La llegada del otro al imaginario de la infancia y la adolescencia”. Para seguir esta labor y profundizar en temas tan importantes como la educación en valores y la interculturalidad, la Asociación Juan Bernabé y el Espacio plurilingüe Tebas&go, proponen poner en marcha el programa ACERC’ARTE.
En este contexto, el Programa ACERC’ARTE ofrece un marco para el desarrollo de proyectos con docentes, artistas, alumnos, familias y centros escolares de varias nacionalidades, en torno a un objetivo común: hacer posible el dialogo de la diversidad utilizando herramientas creativas que fomenten un acercamiento positivo al otro.
Asimismo se ayuda a detectar posibles conflictos en el aula y se sensibiliza en la responsabilidad de los más jóvenes para con su entorno más próximo (familia, centro escolar), con la sociedad en general y como ciudadano del mundo.
Para evitar la formación de prejuicios construidos en base a la información escuchada en diferentes ámbitos y en particular a través de los medios y de las redes sociales, resulta imprescindible impulsar la capacidad de análisis y la crítica constructiva de los niños y niñas en el momento tan delicado en el que se forma la personalidad. En este sentido, a través del fomento de la creatividad y del ejercicio crítico del imaginario, se acerca a los más jóvenes a las distintas realidades culturales y se les incita a elaborar una reflexión original y personal sobre las vías de su convivencia. De este modo se abordan conceptos tan amplios como el valor positivo de la diversidad, o el respeto hacía los demás, pero desde la experiencia personal y vivencial.